Lo realmente grave de todo este asunto, no es que los pobres titiriteros se pasaran cinco días en prisión, ni que sigan con cargos por delito de enaltecimiento del terrorismo, que lo es.
Lo más grave de este asunto es que sienta un peligroso precedente.
La derecha de este país, extrema, como cualquier derecha, ya ha comprobado, fehacientemente, que ante sus montajes policiales y judiciales, que violan todos nuestros Derechos Humanos, la izquierda institucional, los «nuestros», los del «cambio», no sólo no nos defienden, sino que se muestran colaboracionistas con esta derecha tan extrema, llegando, incluso, a criminalizar a las víctimas, que somos todas y todos nosotros, allá en los lugares donde ya gobiernan o van a gobernar nuestros «amigos» del «cambio».
Esto es realmente terrible, puesto que abre totalmente la veda para la caza de cualquier militante y activista de este país. Esto no ha hecho más que empezar. Se inicia una época de represión sin límites en este país, por si no la hubiéramos sufrido ya bastante hasta ahora.
Y mientras tanto, nuestras «amigas» y «amigos» del «cambio», empalmadas y empalmados con sus nuevos ayuntamientos y sillones en el Congreso, nos mirarán con desprecio desde las alturas, una vez aupadas y aupados al cargo que usurpan, sobre nuestros lomos, y, como ya no les somos útiles, nos traicionarán, nos criminalizarán y nos venderán a la derecha más extrema, que es toda la derecha de este país, igualito, igualito que han hecho con los titiriteros.
Y digo «usurpan» en lugar de «ostentan» porque es de bien nacidos el ser agradecidos, y estas personas que usurpan estos cargos, han demostrado ser nada, nada, pero nada agradecidos ni agradecidas.
La que nos espera, a todas y todos los militantes, los activistas de base de este país, es de órdago.
Va a salir a poner mesas informativas, me vais a perdonar, su puta madre.
adoranser el Titiritero