Ayer, en declaraciones de la propia Soraya Sáenz de Santamaría, vicepresidenta del Gobierno en funciones y portavoz del mismo, dijo, a la salida del consejo de ministros, lo siguiente:
«El Gobierno está en funciones, no tiene la confianza de la Cámara. Tenía la confianza de la Cámara anterior, y ésta no puede controlarlo».
Insistiendo varias veces en esta idea, como tratando de que se convirtiera en idea fuerza.
Bien. Hoy, tengo los pelos de punta.
Un gobierno, cualquier gobierno, sea o no en funciones, eso es indiferente, tiene, obligatoriamente, por ley, según la Constitución Española, que someterse a los dictámenes del Congreso. El Gobierno es el poder ejecutivo y el Congreso, el poder legislativo. El Gobierno tiene que ejecutar, precisamente, lo que legisla, lo que le ordena el Congreso. Y esto no es cuestionable ni opinable. Esto es así. De hecho, durante un gobierno en funciones, el que tiene las funciones limitadas es, precisamente el gobierno y no el Congreso, y más habiéndose ya constituido este el pasado día 13 de Enero.
Las declaraciones de Soraya Sáenz de Santamaría suponen, de hecho, tener un gobierno en rebeldía, lo cual, supone, también de hecho, un golpe de estado.
Esto, señoras y señores, es de extrema gravedad y me pone los pelos como escarpias, y mira que yo no tengo tendencia a asustarme de casi nada…
Soraya Sáenz de Santamaría y todo el ejecutivo actual, en funciones, incluido Rajoy, están cometiendo, al menos, tres delitos de extremada gravedad, desde el punto de vista del código penal y del estado: alta traición, desobediencia grave y prevaricación.
Amén de lo inaudito, espeluznante y espantoso que resulta tener un gobierno que, por la propia idiosincrasia caciquil y absolutista del Partido Popular, pues va, y, con dos cojones, se declara en rebeldía al Congreso de los Diputados, órgano que ostenta la representación de la Ciudadanía y que acaba de ser renovado tras las últimas elecciones generales. Como digo, esto es, y no veo otra manera de definirlo ni de apreciarlo, un auténtico golpe de estado.
Es inaudito, estoy ojiplático, o, con cara de teleñeco, como decía un amigo mío.
Espeluznado, espantado, asustado, indignado, cabreado, harto ya de que una organización criminal disfrazada de partido político, llamada Partido Popular, haya estado más de 30 años saqueando a espuertas las arcas del estado, el dinero de todas y todos los ciudadanos. Harto de que esta banda criminal organizada llamada PP usurpe la voluntad de los ciudadanos y ciudadanas, llevando a este país y a esta sociedad al desastre más patente y más evidente. Harto ya de que estos criminales, caciques vergonzantes, del PP, muestren obscenamente su prepotencia, su falta absoluta de respeto por la democracia y por las leyes, su cinismo y maldad más refinadas, y siempre se salgan con la suya, salgan impunes y, encima nosotras y nosotros paguemos las consecuencias de su prevaricadoras, desleales, antidemocráticas, criminales y vergonzantes actuaciones.
Estoy harto ya de que se salgan con la suya y de que, encima, queden impunes.
Y ahora van, los hijos de puta, me vais a permitir, y en el colmo obsceno y degenerado de la hipertrofia de su caciquismo y autoritarismo, pues van y, con dos cojones, declaran el Gobierno en rebeldía al Congreso de los Diputados, Congreso elegido recientemente por las y los ciudadanos y constituido desde el día 13 de Enero. Órgano donde reside la Soberanía Popular, la voluntad del pueblo, la Democracia.
Esto ya, simplemente, no se puede tolerar. Las instancias judiciales a las que corresponda deben hacer, obligatoriamente, y sin más dilación, lo siguiente: despojar de su condición de aforados a todos los miembros del ejecutivo actual, ordenar su inmediata detención acusadas y acusados de alta traición, desobediencia grave y prevaricación y, al ser tan graves estos delitos, por ser los miembros del ejecutivo quienes los cometen, hacer que permanezcan en prisión preventiva sin fianza hasta la celebración del juicio.
Esto es lo que pasaría en cualquier país democrático de nuestro entorno, tanto en Europa como en América, si un gobierno en funciones se atreviera a hacer tamañas declaraciones, declarándose en rebeldía al Congreso de los Diputados, elegido recientemente por las y los ciudadanos de este país, y operativo plenamente desde el día 13 de Enero, declaraciones que suponen un golpe de estado de hecho.
Esto es lo que debería suceder también aquí y es, necesariamente, lo que tiene que suceder si queremos que esta España tan Profunda, esta España de Caciques que aún es, deje de serlo.
Vivan la Libertad, la Democracia y la Verdad.
adoranser
Qué ganas tengo de que se vayan todos a la puta calle o mejor, a la cárcel, que es donde tenían que estar hace años por ladrones asesinos y fascistas.
Y para qué queremos un Jefe de Estado, si no puede o no quiere ilegalizar, con la Fiscalía del Estado, a todos estos corruptos y mafiosos en forma de partidos como PP – PSOE y, además, son anti sistema, que en los últimos años nos han puesto trabajos, basura, y han dejado a muchas personas sin trabajo y sin vivienda, en sanidad la han puesto por los suelos. Estamos en un período de transición, durante estos cuarenta años, nos han estado poniendo cada dos por tres una crisis de dinero y de trabajo. Y ya ha llegado el momento de elegir a los y a las representantes, de todas las personas que quieren gobernar por y para todas las personas. Y no los caciques que hemos tenido hasta ahora. Salud y que la PAZ sea con todos. IOI.
Ahora entiendo lo de Hernando, portavoz del PP, y su obsesión con el manual del golpista. Se vé que sacaron sobresaliente.
Qué disfrute ver como se arrastran pidiendo apoyo ….los que no querían hablar con nadie…ahora quieren hablar con todos….ahí demuestran el ego de poder….en la derecha ya ven peligrar sus súper vidas de lujos y chanchullos a costa de los demás, y con tal de no perderlo, Rajoy es capaz de abstenerse para que no entre Podemos, y será así a mi pesar….
Esta, como Felipe, Guerra y casi todos los barones del PP_PSOE Les esta saliendo su vena Franquista.