La Inteligencia Colectiva frente a la Tiranía de los Imbéciles

El otro día, en un artículo que escribí, denuncié que la sociedad en la que vivimos se ha convertido en La Tiranía de los Imbéciles. Argumentaba que esta sociedad, en la que prima la imagen, ha aupado a auténticos idiotas al poder en todos los ámbitos públicos y privados, que nos están destruyendo y que era necesario y urgente sustituir a esos ineptos por gente inteligente, capaz y competente, que desarrolle esos mismos puestos de responsabilidad de una manera efectiva, eficaz, ética y técnicamente correcta.

Pues bien. Reflexionando hoy, voy más allá. Puede que ni siquiera así se solucionaran las injusticias estructurales y el malfuncionamiento de este sistema que nos acogota a todas y a todos. Puede que el problema esté en la misma estructura jerárquica de este sistema y de todos los sistemas sociales y políticos que se han implementado hasta la fecha.

Siempre se ha entendido la inteligencia como un concepto casi exclusivamente personal, en la que algunos tienen la suerte de ser más listos y otros, simplemente, se joden. Siempre se ha dicho “qué inteligente es pepito o pepita, podrá hacer lo que quiera en la vida”. Siempre se ha entendido la inteligencia como una especie de lotería genética que, o te tocaba o no te tocaba.

Y hablando desde el punto de vista exclusivamente personal, biológicamente es cierto. Las investigaciones de las últimas décadas han demostrado que la inteligencia es genética. Otra cosa es que la cultives o no, claro. Y todos y todas tenemos mucho más que el mínimo necesario de inteligencia para desarrollar una vida plena y feliz. Lo que pasa es que algunas y algunos tienen más.

Este concepto de inteligencia es un concepto sumamente egoísta de la misma. Yo tengo la suerte por azar de ser más inteligente que tú, es mía, de mi propiedad, mi propia inteligencia, y yo hago lo que quiero con ella, la puedo emplear para beneficiar a la humanidad o para beneficiarme a mí mismo.

Bien, esto no es cierto tal como se plantea en el  párrafo anterior. Primero, aunque fuera como se acaba de decir, el contra argumento sería: lo que se recibe gratis, se da gratis. Tú no has hecho nada, no has aportado previamente nada para nacer con esa inteligencia, luego deberías aportarla de la misma manera a la sociedad. Esto es válido para todos los dones, no solamente en los referentes a la inteligencia.

Pero es más. Nadie puede reclamar que su inteligencia es exclusivamente suya. Lo argumento. Primero, es genética, luego se la debes a tus padres, a tus abuelos, a tu árbol genealógico en general, al proceso de tu embarazo, a la naturaleza, a la temperatura durante tu desarrollo en el útero, etc.  Y luego. Todo lo demás , todo lo que aprendes, estudias, desarrollas, practicas, sí claro, es por voluntad tuya y con tu esfuerzo, pero también el esfuerzo de las profesoras que te enseñaron, de los sabios en todas las disciplinas que investigaron, escribieron, pintaron, diseñaron, construyeron, filosofaron antes que tú, que tú has estudiado y que de los que has aprendido. Sí, claro, tú sacas tus propias conclusiones y generas cosas nuevas que no existían. Precisamente. Esa es tu parte. Y ese es tu aporte a la humanidad, a lo que debería ser la Inteligencia Colectiva.

La Inteligencia Colectiva podría definirse como la inteligencia de un grupo más o menos grande en la que cada uno a porta “su” inteligencia, sea grande o pequeña, sus habilidades, sus dones, para trabajar de manera conjunta, todas a una, con el fin de obtener un resultado que será el aporte de todas y el mérito de nadie sino del grupo.

Claro, existen líderes naturales. Los más inteligentes, que, seguramente, aporten la mayoría o las mejores ideas. Pero también hay otros dones y disciplinas muy necesarias sin las que, en conjunto, el grupo no sería capaz de llevar ningún proyecto a cabo.

Y hablo de líderes naturales, no impuestos tal como nos tiene acostumbrada la estructura social jerárquica en todos los ámbitos, familiar, laboral, social y político, de la civilización actual. Líder natural es, por ejemplo, aquel buen matemático que es reconocido por la comunidad por su habilidad con tal disciplina y es estudiado y sus ideas son reconocidas y utilizadas por todo el mundo. Y líder impuesto es aquel presidente de la Academia de Matemáticas que es nombrado a dedo por ser el hijo del Ministro de Cultura, que no es capaz ni hábil para desarrollar su puesto, pero que como tiene una alta posición jerárquica, despedirá o hará la vida imposible a todo aquel o aquella que osen desafiar su autoridad, su cargo y sus supuestos conocimientos. Es decir, este líder antinatural, que son todos los actuales, se impone como líder utilizando la amenaza y la violencia, tal como hacen todas las leyes y líderes, sobre todo políticos, en la civilización actual.

Un líder natural no necesita usar la violencia porque sus por sus propios méritos es reconocido por la comunidad, sin embargo un no-líder, líder falso o antinatural, necesita imponer su falso liderazgo ejerciendo la violencia, ya que nadie les haría caso de otra manera, debido a su incapacidad y falta de reconocimiento por parte de la comunidad. Esto son todas las empresas públicas y privadas en la actualidad, todos los sistemas políticos y sociales.

Es decir, combinando Inteligencia Colectiva y Horizontalidad, el problema no es en sí mismo La Tiranía de los Imbéciles, sino más bien que los sistemas jerárquicos de cualquier orden y ámbito son antinaturales y, de por sí, facilitan el aupamiento de líderes antinaturales que se tienen que imponer necesariamente por la violencia, de manera coercitiva, ya sea legal, judicial, policial, laboral o de otro ámbito. Todos los sistemas humanos de esta civilización funcionan, en la actualidad, por desgracia, así. Es decir, de manera antinatural contraria en sí misma lo más auténtico ontológicamente hablando del ser humano. Esto, realmente, es lo que se llama Patriarcado. Es la base y el leitmotiv más último, el primero, de los sistemas patriarcales, que son todas las sociedades que ha habido y hay hasta ahora: la dominación.

Luego el sistema natural de funcionamiento para construir sociedades realmente humanas y no anti-humanas, es el horizontal asambleario, en el que las decisiones se tomen por consenso, sólo se votaría en casos de extremo desacuerdo, y cuyo motor principal sea la inteligencia colectiva, entendida como el aporte por parte de los individuos de sus dones  a la sociedad, no sólo los tradicionalmente entendidos en el ámbito de la inteligencia, sino de todo tipo, todos los dones, y guiados y aconsejados por los líderes naturales, de manera no dominante, no coercitiva, sino, por el contrario, de manera dialogante, cooperativa, mediante la compartición, el debate y el consenso.

Este modelo es completamente escalable a cualquier ámbito, mediante el conocido sistema organizativo de asambleas en red y asambleas representativas de mayor ámbito que el local, en los sucesivos niveles que fuera necesario desarrollar. Es perfectamente posible organizar no sólo un país, sino todo un planeta de esta manera. Lo que nos debería parecer imposible es que el mundo esté organizado de la manera que está: estructuras jerárquicas antihumanas, patriarcales, estructuras de opresión y dominación, en las que líderes estúpidos emplean la violencia de uno u otro signo sobre la población con el único fin de mantenerse en el poder a toda costa. Esto sí que es aberrante  y anti-humano y requiere infinitamente más esfuerzo, gasto y trabajo para mantenerlo funcionando que un sistema asambleario en red mundial, ya que tienes que estar todo el rato y constantemente obligando a todo el mundo a hacer todas las cosas de manera antinatural y absurda. Es como comprarse un Ferrari e ir todo el rato marcha atrás. Mejor, hacia adelante y en sexta. ¿No?

En una organización asamblearia en red mundial regida por la inteligencia colectiva, el consenso y los líderes naturales, no habría que obligar a casi nadie a hacer casi nada, todo el trabajo a desarrollar sería fruto de acuerdos y las normas a cumplir también, con lo cual el “gasto energético” de este tipo de sociedades es infinitamente menor que el de las jerárquicas, son infinitamente más óptimas. Si bien es más costoso el proceso inicial de debate de propuestas y toma de decisiones por consenso, una vez llegados los acuerdos, como son el resultado de un debate, una negociación y cesión mutuas, al llegar a dicho consenso, todos están de acuerdo con la decisión, por eso se llama consenso, y todos se ponen a trabajar en pro de esa decisión y esos objetivos, sin gente a la contra ni resistencias durante el proceso de desarrollo e implantación del resultado de las propuestas.

Y la gente tendería naturalmente a acatar las normas puesto que no son impuestas sino fruto de la inteligencia colectiva, el sentido común y el consenso, acordadas y negociadas entre todas y todos. Y, por supuesto, revisables.

El resultado, además, es que las normas que rigieran este tipo de sociedades no serían prohibitivas ni punitivas, sino más bien propositivas y recompensantes, premiarían. En lugar de decir lo que NO tienes que hacer y castigarte cuando lo haces, te dirían lo que SÍ tienes que hacer y te premiarían individual y colectivamente por hacerlo. Sería pasar de sociedades infantiles, basadas en la obligación y el castigo, a sociedades adultas, basadas en la responsabilidad personal y colectiva, la confianza en los otros de que cumplen con su cometido y el reconocimiento del esfuerzo. El premio sería disfrutar todas y todos de unas sociedades articuladas a la medida de las personas. El premio, simplemente, sería La Felicidad.

Es pasar de las sociedades de la negación a la sociedad de la afirmación. De las sociedades del NO, todas las actuales, a la sociedad del SÍ. Estamos justo en ese momento evolutivo. Estamos pasando del ser humano que se niega a sí mismo y a su naturaleza y se atormenta con sociedades represivas, al ser humano, a la humanidad que se acepta a sí misma y a su naturaleza, biológica y espiritual y se premia construyendo y viviendo en sociedades propositivas, positivas, afirmativas. Las sociedades del SÍ. Es pasar del infierno al Cielo. Literalmente. Es crear y disfrutar El Paraíso.

De las sociedades de la infelicidad a las sociedades de la Felicidad.

De la era de la oscuridad a la plenitud de la luz. La luz del conocimiento y la inteligencia colectivas. La luz del verdadero ser humano, de la auténtica humanidad, la luz del Bien.

Más que normas que obedecer o leyes serían reglas de funcionamiento. Crecer, construir, cooperar frente a obedecer y competir. Construir en lugar de destruir. Se consiguen sociedades tendentes a la cooperación, la construcción y la libertad y evolución humanas en lugar de las actuales, tendentes a la competencia, a la destrucción, la esclavitud y la involución humanas.

Es un sistema muchísimo más óptimo, a medio y largo plazo, que los sistemas jerárquicos. Exponencialmente más óptimo que los sistemas jerárquicos.

En este tipo de sociedades el concepto de libertad, entendido en sentido amplio, sería lo que tendrían y practicarían los ciudadanos, las personas, en este tipo de sistemas. También el empoderamiento, porque son ellas y ellos mismos los que toman las decisiones y hacen las cosas. No vienen órdenes de fuera, diseñadas mucho antes del nacimiento de esas personas concretas y que no han contado para nada con la opinión de cada una y uno que tienen que acatar esas normas.

Jerarquía->Líderes Estúpidos->Imposición de normas y el trabajo a hacer mediante la violencia->Injusticia Estrucural->Infelicidad Generalizada

Asamblea->Líderes Naturales->Inteligencia Colectiva y consenso->Todas y todos trabajan en pro al haber consensuado libremente la labor a hacer y las normas a acatar->Justicia Estructural->Felicidad Generalizada y Duradera

Este tipo de funcionamiento asambleario en red facilita la construcción de sociedades mucho más justas, más tendentes a dinámicas de funcionamiento cooperativo internamente y entre sí, más libres y con gente mucho más empoderada. Lo uno lleva a lo otro: tomar el control de la gestión de tu vida en sentido individual y colectivo es lo que se podría llamar, desde el punto de vista sociológico, libertad: la capacidad de gestión de tu propia vida, como persona, y la capacidad de gestión de la sociedad, como personas.

Sociedades carentes casi por completo de sistemas coercitivos o represivos por su propia naturaleza de funcionamiento.

Al fin y al cabo, no sociedades más humanas, sino, más bien, sociedades humanas, porque la civilización actual lo único que ha construido son sociedades anti-humanas en las que es muy, muy difícil vivir incluso ya hasta cumpliendo las reglas, precisamente porque no son sociedades diseñadas para el ser humano, sino contra él.

Asamblea, Inteligencia Colectiva y Líderes, Lideresas Naturales, eso es lo humano. Lo otro, no.

adoranser

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